Francia Villanueva, Directora de la Escuela de Educación de la U. Mayor, explica cómo puede acompañar a sus hijos para que aprendan a leer y a escribir.
El resultado del Simce de lectura efectuado en niños del sexto básico del país, arrojó, entre otras conclusiones, que tienen poco léxico y dificultades para desarrollar ideas.
Se ha descrito que las capacidades de comprensión lectora son fundamentales en el desarrollo cognitivo de las personas, y frente a este escenario, Francia Villanueva, directora de la Escuela de Educación de la U. Mayor aclara algunos conceptos que pueden ser clave al momento de trabajar el tema con sus hijos: “la escritura es un proceso y no un acto automático, por lo cual debe partir por la generación de ideas y luego planificar según ello”, explica.
De igual manera, es importante que los textos sean revisados en conjunto y luego instar a los niños a reescribir lo que sea necesario corregir, siempre “de manera que los padres acompañen y fomenten la redacción planificada y reflexiva”. A continuación, detalla qué ejercicios son relevantes de incentivar en casa:
Crear cultura de lectura y escritura
Los niños aprenden muy rápido y está comprobado que la forma más eficiente de crear hábitos es por medio de la imitación. Compartir lecturas de cuentos, incentivarlos a escribir cartas, correos electrónicos o poemas son buenas formas. Cuando los padres se involucran, los niños lo perciben como una actividad cotidiana y grata.
Revisar juntos sus cuadernos del colegio
La escritura no es un proceso exclusivo de Lenguaje y Comunicación, sino de todas las asignaturas. Leer junto con su hijo los cuadernos de las diferentes asignaturas, colocando atención en la redacción y ortografía que ellos emplean, ayuda a que el niño entienda la importancia de la redacción como herramienta transversal
Pedir apoyo al colegio
Solicitar al colegio las pautas con las que se evalúa la redacción funciona como guía para que los padres conozcan y refuercen los criterios de evaluación que emplea la escuela
Leer, leer, leer
Para crear refuerzos positivos frente a la lectura se pueden crear hábitos como incluir libros en regalos de hitos importantes para ellos: cumpleaños, navidad o día del niño. Acompañarlos en las lecturas sirve para ayudarlos a identificar palabras nuevas para que amplíen su vocabulario. El reconocimiento de estos elementos permite a los estudiantes conocer modelos de cómo escribir, además de poder incorporar léxico nuevo en su redacción. A su vez, la lectura permite ampliar las posibilidades temáticas de los niños a la hora de escribir.
La tecnología, ¿ayuda o no?
Opiniones más conservadoras tienden a pensar que el uso de la tecnología —que promueve el uso de lenguaje abreviado y modismos— ha influenciado los magros resultados de los alumnos. Al respecto, Villanueva explica: “debemos enseñar a los niños la importancia de adecuarse a los contextos de escritura. No es lo mismo mandar un mensaje por WhatsApp que redactar un cuento. He aquí la importancia de fomentar en los niños una perspectiva crítica que les permita darse cuenta de las diferencias de cada contexto”.
Para ello, cree que monitorear y acompañar el uso de redes sociales es fundamental, porque “la tecnología no es una mala influencia en sí misma, si la canalizamos de manera efectiva”, finaliza.