Invitado a la Feria del Libro Usado de la U. Mayor, el autor de La Reina Isabel cantaba rancheras habló de lo “dignificante” de organizar estos eventos culturales, de la ausencia de novelistas sureños y de su última entrega: “La muerte es una vieja historia”.
Feria estará abierta hasta el sábado 7 de noviembre, desde las 9 a 21 horas.
No pasa inadvertido entre los cientos de asistentes a la novena versión de la Feria del Libro Usado de la Universidad Mayor en Temuco. Hernán Rivera Letelier (Talca, 1950) firma sus obras y conversa con quienes buscan textos y también con quienes se los ofrecen. “Siempre una feria del libro va a ser bienvenida en cualquier ciudad o pueblo. Siempre digo que la ciudad no dignifica la feria, sino que la feria dignifica la ciudad. En este caso está dignificando a la Universidad Mayor, porque la hace la universidad y la hace dentro de su recinto”, señala el autor de “Historia de amor con hombre bailando”, entre otros títulos superventas.
Para Rivera Letelier, el libro usado es nostalgia pura. “A mí me encanta el libro usado, creo que el libro usado tiene un encanto nostálgico. Una feria como esta es una fiesta, por eso, cuando me invitaron a venir no lo dudé”, comenta.
Su literatura habla del desierto chileno, de los seres marginados que allí habitan. ¿Siente que se podría hacer una literatura similar en el sur?
Siempre he dicho que el sur está lleno de poetas y cuentistas, pero no hay novelistas. Hay muchas historias en el sur. De hecho, hay una historia que yo la escribiría encantado y que es la del tren que recorría antes desde Santiago hasta Puerto Montt. En cada pueblo, en cada ramal, hay una historia. Allí hay una novela en el suelo, solo hay que recogerla.
¿A qué se debería esa ausencia de novelistas?
La verdad es un misterio para mí, no me lo explico. Creo que hay que conversar con los viejos, de ellos hay que rescatar la historia y escribirla.
Su última novela “La muerte es una vieja historia” marca su debut en el género de la novela negra. ¿Por qué el interés?
De un tiempo a esta parte grandes escritores en el mundo están escribiendo novela negra. Antes se le miraba en menos, pero ahora ha subido de categoría y todos la están escribiendo. Yo escribí una y lo hice a la pinta mía, es decir, como a mí me hubiera gustado leer una novela negra: con mucho humor, y fijándome, más que en la trama, en el lenguaje, un lenguaje ad hoc a la novela negra, incluso con poesía, un lenguaje poético.
¿Hay crítica social en este tipo de novelas?
Escribiendo novela negra, la crítica social aparece sola. Son personajes que andan en la calle.