Nicolás Lea-Plaza e Ignacio Fellenberg cuentan con una serie de proyectos que se enmarcan en el espíritu emprendedor que forjaron en esta casa de estudios.
Un encuentro fortuito y las ganas de solventar su amor por el sushi, cuando aún no era un producto tan popular en Chile, fueron los grandes impulsores de la serie de emprendimientos que hoy en día tienen a dos profesionales como empresarios líderes en distintos rubros.
Según su relato, todo comenzó en pleno centro de Santiago, cuando Ignacio Fellenberg, ex alumno U. Mayor, y Nicolás Lea-Plaza, titulado de Agronomía U. Mayor, se toparon en la hora de almuerzo a la salida de un banco, y decidieron recuperar el tiempo perdido en un local de sushi aledaño a su ubicación.
“Nosotros habíamos sido compañeros en algunos ramos deportivos, pero como yo estudiaba Agronomía me cambié al Campus Huechuraba y perdimos el contacto. Ese día que nos vimos en el centro decidimos almorzar juntos, repetir esos almuerzos de manera más periódica, y coincidir en nuestras ganas de ser nuestros propios jefes a través del emprendimiento”, relató Nicolás.
Por ese entonces, Ignacio se desempeñaba en el rubro inmobiliario, mientras que Nicolás lo hacía en el mundo financiero a través de una entidad bancaria. Uniendo sus áreas de expertis, decidieron comenzar un emprendimiento de importación de materias primas para la construcción, compuesto por novedosas mantas de hormigón fabricadas en el extranjero.
“Cuando nos encontramos Ignacio había encontrado recientemente ese producto y estaba viendo la forma de poder traerlo a Chile. Al final lo que hicimos fue un completo plan de negocios, comenzamos a internarlo y buscar compradores para poder llevar a cabo. Finalmente fue un éxito, abrimos varias oficinas fuera de Chile, y eso nos dio pie para seguir con nuestros emprendimientos”, apuntó Nicolás.
“Nuestra idea siempre ha sido velar por productos sustentables, que fueran innovadores, pero que también tuvieran una baja huella de carbono, de manera que tengan un valor agregado. Esa fue nuestra premisa en los comienzos y sigue siendo hasta hoy”, agregó Ignacio.
Luego de emprender en el rubro de la construcción, los emprendedores saltaron al rubro inmobiliario a través de la adquisición de paños en las cercanías del Lago Rapel, las que lotearon y vendieron como proyectos con áreas comunes.
Actualmente, los emprendedores forjados en la U. Mayor cuentan con tres proyectos en carpeta, de los cuales dos son de su completa propiedad, lo que catalogan como un éxito.
“Para nosotros la consigna del espíritu emprendedor ha sido súper importante. Desde que estábamos en la Universidad que nos dimos cuenta que había que intentarlo y no ser siempre empleados. De hecho, Ignacio fundó su primera empresa cuando aún estaba en la universidad y fue con ese giro que nosotros comenzamos a trabajar en conjunto”, explicó Nicolás.
Actualmente, Ignacio y Nicolás cuentan con una empresa matriz llamada PolyTrade que funciona como su base de operaciones, aunque su desempeño va desde la importación de productos para el área de construcción, pasando por el rubro inmobiliario, el corretaje de propiedades, la gestión de patrimonios y la construcción de proyectos, hasta llegar, incluso, al entrenamiento de pilotos comerciales para modelos de avión A320.
“Nuestro espectro es bien amplio, ya que siempre estamos abiertos a la búsqueda de productos novedosos, que no tengan mayor competencia y que cumplan con lo que prometen”, finalizó Ignacio.