Ninoshka Face, doctora en psicología con especialización en calidad de vida, fue la expositora principal de la actividad en que además intervinieron la periodista y psicóloga María Luisa Gumucio y la empresaria Marianna Charnnay.
No son conceptos opuestos ni antónimos y los malos ejemplos de organizaciones que han puesto un muro entre ambos terminan con pésimos resultados. Es ese el leit motiv de las charlas que efectúa la doctora en psicología con especialización en calidad de vida Ninoshka Face, que ayer expuso ante alumnos de ingeniería comercial en la conferencia “Mejor productividad gracias a la mayor felicidad”.
Además de Ninoshka Face estuvieron presentes la psicóloga y periodista María Luisa Gumucio (que abordó en particular la experiencia en la empresa Metro) y la empresaria francesa Marianne Charnnay.
“Los clientes no son lo primero, lo primero es la gente de la propia organización” explicó Face, experta en psiconeumoinmunología. “Las congniciones tienen relación con el mundo físico. Si la persona se estresa y ese estrés se transforma en crónico, generalmente cuando el trabajo no gusta, se producen efectos como que el pelo se encanece, se reduce la masa muscular de brazos y piernas, se abulta el abdomen”.
Dicho ejemplo solo denota los cambios físicos, que son los más notorios y hacen caer la autoestima del trabajador. “Pero con el estrés también se segrega una gran cantidad de cortisol, que interviene en nuestra capacidad de aprender y de ser creativo. ¿Por qué no se pude aprender? Porque se pierde la capacidad de ser evocativo, de recordar y relacionar cosas a corto y mediano plazo”.
De acuerdo a lo que plantea Ninoshka Face, si se ajustan los procesos de una organización (como reubicar personas en funciones acordes a sus capacidades, se les refuerza la confianza, se reorganizan las cargas de trabajo) y se aporta a la felicidad del trabajador dentro de su función, el compromiso adquirido va directamente relacionado con la rentabilidad de la empresa, dado que la satisfacción se liga a la mayor productividad.
“Una persona feliz dentro de su trabajo es capaz de segregar más adrenalina, se mantiene activado. La adrenalina, entre muchas otras cosas, es inmunopotenciador, te enfermas mucho menos”.