Edgar Murillo y Katherina Serczyk crearon un mobiliario que entrega un hábitat recreacional a niños que viven en espacios reducidos.
Los llamados “guetos verticales” han sido un tema de intenso debate público en los medios de comunicación. Tales edificios generaron controversia debido a la reducida superficie de los departamentos que los componen, ya que poseen 40, 30 e incluso 20 metros cuadrados.
Algunos expertos consideraron que la alta densidad poblacional de dichas construcciones podía afectar negativamente la calidad de vida y la convivencia de sus habitantes, y además cuestionaron los Planos Reguladores de las comunas donde se edificaron.
En medio de esa discusión, Katherina Serczyk y Edgar Murillo -estudiantes de 4° año de Diseño de la Universidad Mayor- desarrollaron un proyecto que busca cubrir las necesidades de recreación y juego de los niños que viven en estos espacios reducidos.
Así, después de meses de trabajo, los jóvenes recibieron una muy buena noticia: su proyecto resultó finalista en el Concurso de Diseño para Estudiantes de Masisa 2018, instancia a la que llegaron solo diez postulaciones de un total de 600 de distintas universidades del país.
¿De qué trata?
Según explicaron Edgar y la docente guía del equipo, Catalina Pérez, el proyecto consiste en un mobiliario elaborado en base a materiales fabricados por la empresa Masisa. El producto cumple una doble función: por un lado entrega un “hábitat” a los niños que residen en espacios reducidos, y por otro, su diseño exterior permite que sea de utilidad para los adultos.
“El trabajo comenzó en el ramo Taller de Ambientes de nuestra carrera, donde buscamos crear mobiliarios adecuados para espacios reducidos. Al ver en terreno las necesidades de las personas que viven en los llamados 'guetos verticales', nos dimos cuenta de que había alguien que estaba siendo olvidado: los niños”, comentó Edgar.
“En este tipo de departamentos no está identificada la necesidad de espacios infantiles. Y dado que los espacios son muy limitados, los niños invaden todo el departamento e incluso los pasillos del edificio. De ahí nació la idea de diseñar un mobiliario que, al estar cerrado, no parece mobiliario infantil sino uno adulto, pero que por dentro proporciona un hábitat para que los pequeños puedan jugar o guardar sus juguetes”, complementó la profesora Catalina Pérez.
El ser finalistas en el concurso de Masisa les entregó a los estudiantes la posibilidad de materializar su proyecto, el cual será exhibido durante agosto en CasaFOA Chile 2018, uno de los eventos de interiorismo y decoración más importantes de América Latina.
Después de esa etapa, los autores del proyecto deberán presentarlo frente al jurado de la competencia, el que finalmente definirá a los ganadores del concurso, que tiene como primer premio un viaje y estadía a Dubai (Emiratos Árabes), para visitar el "Dubai Design Week"y otros relevantes eventos del área del Diseño.