Durante los últimos 10 años se han denunciado alrededor de 42.000 mordeduras al año, lo que tiene múltiples consecuencias económicas y de salud.
Las mordeduras caninas son un importante problema de salud pública que tiene múltiples consecuencias y que cada año significa una serie de costos económicos, secuelas psicológicas, secuelas físicas, causa complicaciones en el área de bienestar animal y humano, además de infecciones derivadas de las heridas y transmisión de zoonosis. Para saber cómo enfrentar este tema, la Escuela de Medicina Veterinaria de la U. Mayor realizó el III Seminario problemática de las mordeduras caninas y sus implicancias bajo el enfoque de “una salud”, en el Campus Huechuraba.
El evento contó con la presencia de médicos veterinarios, funcionarios públicos relacionados con estas temáticas, académicos de diferentes universidades, entrenadores y profesionales del área de la salud, quienes debatieron sobre cómo poder solucionar de una manera complementaria este tipo de problemas en la sociedad.
En la actividad se aclaró que todos los perros pueden ser potencialmente peligrosos y son varios los factores que pueden originar un ataque, pero la provocación en contextos de alto riesgo como animales comiendo, durmiendo entre otros, es uno de los principales gatillantes de los ataques caninos.
“Es muy importante la educación de las potenciales víctimas, tanto en el desarrollo de herramientas que faciliten la correcta interacción con los cánidos, como en la educación de los propietarios de los animales para tener una tenencia adecuada y responsable de sus animales, los cuales, pueden transformarse en futuros atacantes”, explicó Carmen Luz Barrios, Responsable de Etología Aplicada de la Escuela de Medicina Veterinaria.